Posiblemente uno de nuestros aceites preferidos y de cabecera durante el invierno sea el aceite de caléndula. Un aceite hidratante y nutritivo con decenas de usos y apto para toda la familia y para todo tipo de pieles. Cuando decimos toda la familia es toda la familia. Para recién nacidos, para peques, para adolescentes y para adultos. Es un aceite calmante y antiinflamatorio que puedes utilizar también en belleza. Y si tienes la piel muy sensible te recomendamos tenerlo siempre a mano. ¡Allá vamos!
¿Por qué es tan bueno el aceite de caléndula?
– Porque es rico en vitamina E (tocoferol) y ayuda a nutrir tu piel de forma natural y sin agredirla.
– Porque es un aceite rico en ácidos grasos insaturados que evita la pérdida de agua en las células.
– Porque es antiinflamatorio: si tienes la piel muy sensible o ésta es muy propensa a reaccionar ante determinadas alergias aplicando un poquito de aceite en la zona inflamada/irritada notarás como desaparece el hinchazón y calma el picor.
– Porque es calmante: es perfecto para aplicar después de depilarte. Calma, hidrata y alivia las rojeces al momento. Y puedes utilizarlo de día sin ningún tipo de problema.
– Porque también puedes utilizarlo como un aceite desmaquillante -especialmente indicado para pieles muy sensibles-.
– Porque es el aliado perfecto y efectivo para reducir pequeñas irritaciones en bebés y niños. Incluso muchas chicas embarazadas lo utilizan como tratamiento antiestrías –en este caso nuestra recomendación más efectiva es un tratamiento intensivo y natural indicado para eso y/o aceite de almendras-.
– Porque si tienes eccemas, psoriasis o dermatitis el aceite de caléndula aliviará y reducirá esos brotes y acelera el proceso de cicatrización ¿lo sabías?
¿Cómo y cuándo me lo aplico?
Aplícatelo en la zona deseada con un suave masaje hasta su completa absorción.
Y para despedirnos os dejamos una receta para elaborar tu propio jabón con aceite de caléndula 100% natural y súper sencillo de hacer.
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